Sección CARPE VERBA
Carpe Verba
3.
Caligramas sonoros
Alumnado del Doble Grado de Pedagogía y Primaria
Enrique Ortiz Aguirre (coord.)
Facultad de Educación-Centro de Formación del Profesorado
Universidad Complutense de Madrid.
Curso 2021-2022.
Asignatura de 'Literatura y Educación', impartida por Enrique Ortiz Aguirre.
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Los caligramas en la formación de maestros y profesores. Una práctica holística
Enrique Ortiz Aguirre (Coordinador)
Los nuevos rumbos de la enseñanza, y su adhesión a las necesidades competenciales, hacen necesaria la exploración en nuevas perspectivas didácticas, sobre todo en el ámbito de la enseñanza de la Literatura, aún muy condicionada por la perspectiva rígida historicista y por los modelos formulísticos reducidos a la memorización de contenidos y, en el mejor de los casos, a la identificación y etiquetado de fragmentos. En aras de profundizar en viejos/nuevos ámbitos, se nos antojan de interés todos aquellos esfuerzos que incorporan a la formación de maestros y profesores didácticas rigurosas y creativas, que reconcilian a los futuros docentes con el ámbito de la Literatura como espacio de creación y de interpretación/relación del mundo.
Desde esta perspectiva, el carácter lúdico, creativo y original de los caligramas resulta de especial relevancia para el propósito. Como es sabido, el caligrama se retrotrae a la Antigüedad Clásica, aunque serán las Vanguardias artísticas de los años 20 las que le confieran definitiva carta de naturaleza. Así, los caligramas surgen como reacción holística, multisensorial frente a las concepciones tradicionales de literatura, de suerte que Guillaume Apollinarie, Guillermo de Torre, Pedro Garfias, Juan Larrea y otros pretenden indagar también en la dimensión visual del texto literario que, desde presupuestos cubistas, le confiere a la forma significante una significación determinante; por ese motivo, los caligramas 'dicen' tanto desde la forma como desde el fondo, por mor de consideraciones vanguardistas que enfatizan la autonomía de la obra artística y, por ende, su autorreferencialidad. Este extremo resulta de especial interés, habida cuenta de que el caligrama no aspira a apuntar hacia la realidad del entorno de manera representativa o referencial, sino que se convierte en garante de los propios referentes, creados en el poema mediante la propia imagen que dibujan los versos.
Con este combustible resulta muy difícil no obtener una adecuada explotación didáctica; tras indagar en la naturaleza de los géneros literarios y en su tensión permanente con la convención, se planteó a los futuros maestros y profesores, en el marco de la asignatura de Literatura y Educación de la Facultad de Educación en la Universidad Complutense de Madrid, que creasen sus propios caligramas, con el fin de profundizar en el conocimiento de la Literatura desde su manipulación, tal y como se pretende que actúen los docentes con sus alumnos. La temática era libre, pero se insistió en que se respetasen ciertos rasgos del caligrama propios del magma de las Vanguardias: provocación, tensionalidad con lo real mostrenco, profundo lirismo, autorreferencialidad, originalidad, subversión, espíritu lúdico, humorismo...
Los futuros maestros y profesores trabajaron en grupo, con lo que dinamizaron el aprendizaje dialógico y el trabajo colaborativo, y resultó muy llamativo el espíritu lúdico (como en los tiempos madrileños de la Resi y el grupo del 27) que transformó el espacio del aula; allí se comentaban aspectos relacionados con las figuras retóricas, con las rupturas de los versos, con las contaminaciones entre fondo y forma, con el hecho literario como 'constructor/destructor' de realidad... Se dedicaron dos sesiones de trabajo en el aula: en la primera sesión, se habló de la importancia de la escritura creativa y se presentaron los caligramas, y se comentaron en una lectura socializada; en la segunda, se terminaron de confeccionar digitalmente los caligramas y se presentaron junto al recitado. Partir de un modelo de creación literaria resulta estimulante y se enraíza en la idea de la enseñanza de la literatura por contagio; no debemos olvidar que si pretendemos una enseñanza cabal y humanista de la Literatura, lo primero que se hace importante es reconciliar a los docentes con el hecho literario. En este sentido, es ineludible recordar la fantástica anécdota que le aconteció a Benjamín Prado con Rafael Alberti: iban juntos en el coche y tuvieron un accidente; Benjamín, aún jovencísimo escritor, pensó que pasaría a la Historia de la Literatura como el que 'mató al poeta Rafael Alberti'. El autor de Marinero en tierra, de Sobre los ángeles se hallaba en el suelo, después de atravesar el cristal anterior del vehículo. Benjamín se lo encontró yacente y ensangrentado, pero lo realmente genial fue que, desde el suelo, el gaditano universal recitaba a Rubén Darío: «Tengo que saber si estamos vivos, Benja». Para cerciorarse de que estaba vivo, pues, no precisaba de repetir su nombre ni sus datos personales, sino poesía.
Esa manera de incorporar la Literatura a la vida es, sin duda, el mejor ejemplo didáctico para su enseñanza humanista, para situar al hecho literario en donde le corresponde: en el ahondamiento de lo humano. Así, los estudiantes universitarios confeccionaron sus propios caligramas (sobre el vino, el maquillaje, los seres queridos perdidos, las dudas, lo escatólogico ─en todo su valor polisémico─), y después, mientras se proyectaban en la pantalla de clase, procedían a su recitado.
En este aporte se adjuntan los caligramas con la relación de sus autores con la esperanza de contagiar, siquiera mínimamente, la magia literaria transformadora que tuvimos ocasión de vivir en el aula. La creatividad literaria constituye un pilar fundamental en una enseñanza crítica y libérrima, frente a los modelos que promueven la permanente abyección del sujeto aprendiz, su desdibujamiento. Además, este tipo de dinámicas nos reconcilian con la Literacidad crítica, ya que conjugan lo visual, lo oral y lo escrito. Y es que la enseñanza lúdico literaria/artística de los vanguardistas se convierte en ejemplo paradigmático para la enseñanza-aprendizaje de la Literatura. Esperamos que los lectores disfruten de esta experiencia literaria multisensorial, tan atractiva, tan escandalosamente contagiosa.
1. Caligrama sonoro: De rojo vino
Ainhoa Arnanz, Gisela Garrido, Carla Benito, Fernando Oteo y Guillermo Sánchez
De rojo vino
Glu glu glu glu glu.
Dura la vida, líquido el remedio,
amargo refugio de dulce adicción,
graduado calmante frente al asedio
al que me encierra esta vítrea perdición.
Glu glu glu glu glu.
No digo lo que sé, sé lo que digo,
sangre que a sangre obnubila su razón.
Descorchas mi sed, de corcho es mi amigo,
de rojo vino a mi encuentro una visión:
En ella yo, sin mí, ya de mendigo,
en ella tú, oxidado en un cartón,
en ella tú y tu embriagado fustigo
me ahogabais en resacas de un eón.
Glu glu glu glu glu.
Destilo a estas alturas somnolencia,
lujuria y enfrascada cerrazón,
síntomas de fermentada dolencia,
jugo de vides en el corazón.
Con este último trago pido un brindis,
sin hígado pero a pleno pulmón,
por que al fin de esta botella mi iris
encuentre a los problemas solución.
Sentido del caligrama:
El alcohol y sus excesos, esa evasión que muchos encuentran, desesperados, en el culo de una botella. Nuestro caligrama pretende reflejar el tormento de una adicción que te ata y te desarma cuanto más libre te hace sentir. La vida, teñida de colores y fragancias con un vaso de vino en la mano, pronto puede tornarse en la oscuridad profunda de su barrica. Con estas líneas hemos tratado de hacer un recorrido por la fe que el alcohólico deposita en su bebida, la momentánea lucidez de los primeros tragos, la lujuria y el arrepentimiento que la siguen… Verso a verso, trago a trago, vemos bajar ante nosotros el nivel de la botella que conforma el caligrama. Lo hacemos cada vez más mecidos en el elixir del que tantas veces ha bebido la inspiración del artista y del que por desgracia suele sufrir la persona que tras él se esconde. Desde la tierra de las vides brindamos con versos por la salud del ser bebiente y por el tinto que tanto tienta, por que sepan compartir mesa sin excesos ni dependencias.
2. Caligrama sonoro: Interrogaciones
Lucía Sacristán, Alba María Sánchez, Itziar Poza, Alba Vicente
A veces creo que mi mente es algo contraria:
¿es posible ser una persona solitaria,
con un miedo aterrador a la soledad?
A mi cabeza vine una frase no muy legendaria:
Igual es que quiero pertenecer a la sociedad,
pero me tira para atrás su frialdad
¿Debería ser más temeraria
e intentar encajar en la comunidad?
¿O debería vivir una vida imaginaria
sin arriesgar mi seguridad?
Sentido del caligrama:
El sentido que adquiere nuestro caligrama es conseguir que la persona que esté leyendo el poema sea capaz de llevar a cabo una autorreflexión sobre el sentido de su vida, y sobre la persona en la que se está convirtiendo.
3. Caligrama sonoro: Flor
Amaia Torres, Mireia Ramos, Mencía Rodríguez, Isabel Santana y Marta Sánchez
Un jardín llamado revolución
La rosa blanca que no puede respirar
está en un rosal de piezas rojas,
solo piensa en descansar,
solo piensa en poder ser otra.
Dentro de una maceta rota
l lena no de tierra, sino de cemento
vuelve loca su cabeza
que de tanto peso se rompió por dentro.
Busca algo que parece necesario
unos pétalos que desea obtener
busca la felicidad en un ideario
no siendo consciente de lo que puede promover.
¿No habrá más rosas blancas que busquen compañía?
Desde la ventana empañada
idealiza una nueva vida.
Busca nuevas experiencias
busca nuevas tierras
cuándo las rosas rojas
deberían estar con ella.
Que todas tiene espinas distintas
que ninguna tiene la misma dirección
que cada una tiene un sueñ
cada una tiene una pasión.
Rosas de distintos colores
flores de distinto olor
llenan este invernadero
llamado revolución.
Sentido del caligrama:
Hemos elegido este poema porque refleja la diferencia que nos rodea. Mediante la metáfora, observamos el caso de una rosa blanca que es distinta del resto que hay en su campo, sintiendo desconfianza, así como una cierta soledad por no ser como las rosas rojas. Es por ello que, se intenta plasmar el sentimiento de no encajar que algunas veces sentimos por ser diferentes o por no tener ciertas características, queriendo cambiar o buscar ser otras personas.
Finalmente, se muestra la importancia de la variedad, aceptando quienes somos porque el ser diferentes dará lugar a la belleza, dará lugar a la revolución.
4. Caligrama sonoro: Pintalabios
Sara Lera Tobalina, Lidia Jerez Pardo, Lucía Gómez Escudero, Lorena Martínez Benlloch y Paula Lucía González Torres
El maquillaje no sirve para ocultarte
sino para empoderarte
porque el maquillaje es todo un arte,
con él puedes expresarte
y también rebelarte
ante un sistema que quiere coartarte.
Sentido del caligrama:
Desmitificar el sentido actual que se le da al uso del maquillaje en las mujeres, como un arma para superar inseguridades y aparentar y por tanto reivindicar su sentido de expresión indentitaria, así como que no es un arte exclusivo del sexo femenino.
5. Caligrama sonoro: Elegía
Ane Escobar, María de los Ángeles Fernández, Lucía Bedia, Irene Gascón y Paula Enríquez
Elegía por la muerte de mi abuelo
Aunque te hayas ido
te siento aquí conmigo,
eres mi fiel amigo y a ti nunca te olvido.
El día que te fuiste
me puse muy triste,
nunca olvidaré ese día
ya que cambió toda mi vida.
Recuerdo cuando bailábamos
aquella bulería
que jamás acabaría.
Qué alegría, qué maravilla,
con sus paseos en carretilla.
Has dejado huellas en mi corazón
muchos momentos preciosos
que me llenan de ilusión.
Todos los días pienso en ti,
en cómo será nuestro encuentro,
otra vez los dos felices y contentos.
Ahora me despido, pero antes te digo:
te quiero abuelo,
no te imaginas las ganas que tengo
de tenerte de nuevo conmigo.
Sentido del caligrama:
Cuando nos propusieron hacer un poema llegamos a la conclusión de que queríamos dedicárselo a nuestros abuelos, en particular a la memoria de nuestros abuelos, ya que la mayoría han fallecido. En primer lugar, hicimos un borrador de diferentes aspectos que nos recordaban a nuestros abuelos y nos pusimos manos a la obra. Por ejemplo, uno de los recuerdos de Lucía con su abuelo es en el salón de su casa cantando la canción de «bulería» de David Bisbal. Otro ejemplo: Irene eligió la palabra carrerilla debido a que su abuelo le daba paseos subida en este objeto, el cual fue el escogimos para nuestro caligrama. Consideramos que el objeto utilizado para el caligrama debía ser la carretilla debido a que nos recuerda a los paseos tan especiales que hemos dado con nuestros abuelos y por qué muchas veces gracias a ellos, a su impulso al llevarnos en carretilla, hemos podido salir adelante.
6. Caligrama sonoro: Escatología
Luis Gallego, Ana Gómez, Andrea Jiménez, Laura López, Lidia Mata, y Nerea Méndez
Escatología
Es en esos momentos en los que aprietas, pero no sale.
se caen todas las caretas, y aquello que valía ya no vale.
Frente a ti, tu más pura realidad.
Segundos de tensión y placer,
de incertidumbre y verdad.
No deseas que nadie perturbe tu calma.
Eres tú frente a ti mismo,
dulce soledad en equilibrio.
Ya se acerca el final
y en ese momento de éxtasis total
escuchas la voz de tu padre que dice:
«¿Está ocupado?»
Ese mundo que habías construido se desmorona
y en mil idiomas lo maldices.
Con el último suspiro de aliento alcanzas a proclamar:
«¡en esta casa ya no se puede ni CAGAR!».
Sentido del caligrama:
La sociedad actual, llena de prisa, no deja un momento para nada, ni siquiera para atender cuestiones de primera necesidad. Parar supone invitar a la meditación, esencial para una vida plena. Así, escatológica por lo relacionado con las necesidades fisiológicas y, al mismo tiempo, con las transcendentales.
7. Caligrama sonoro: Qué recuerdos
María Linares, Beatriz Orozco, Clara Rodríguez, Elena Moreno y Ester Martín
Qué recuerdos jugando en la plaza
a perseguir los perros de caza
De un hombre que anteponía la enseñanza
al casino y otras andanzas
Iba siempre acompañado de una mujer practicante,
la cual llevaba siempre una sonrisa por delante
Le daba igual cocinar un solomillo que un bogavante
porque al poner amor en todo lo que hacía era extravagante
Amiga de la zapatera, era el carpintero
Que de tanto cortar madera por los pelos se quedó sin dedo
Si las plantas había que regar él era el primero
ya que le daba tanta felicidad que se olvidaba del dinero.
El sentido del humor me lo enseñó esta última mujer
Solucionaba los problemas mediante el coser
Con un refrán solía responder
Y con sus aventuras nos hacía enmudecer.
Sentido del caligrama:
Nuestros recuerdos de la infancia se asocian especialmente a objetos sencillos, que se cargan de connotaciones y signficados muy particulares. Este conjunto de objetos representan la reconstrucción de recuerdos queridísimos.
