Letra 15. Revista digital
Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid - ISSN 2341-1643

Sección ARTÍCULOS

Cómo se crea un poema. Aproximación a la edición crítica de textos contemporáneos

Carmen Hernández Castejón

Carmen Hernández Castejón

Nació en Salamanca. En su ciudad natal lleva a cabo toda su formación académica: el Bachillerato en el IES Lucía de Medrano, estudios de música en el Conservatorio y la carrera de Filología Hispánica en la Universidad pública salmantina. Ha ejercicio en varios institutos como profesora de Lengua castellana y Literatura. Aunque la mayor parte de su tiempo lo ha dedicado a la docencia, ha colaborado en diferentes publicaciones sobre literatura y fue uno de los especialistas que participó en el Inventario de Jesús Hilario Tundidor. Las voces y los libros, una obra que, publicada por la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, analiza en profundidad la poesía del autor zamorano. Su trabajo se centró en el análisis de las diferentes antologías que han recogido la obra poética del autor de Construcción de la rosa.

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Resumen / Abstract

Resumen.

Para la realización del presente trabajo sobre la edición crítica de textos contemporáneos, se han seleccionado dos poemas del autor zamorano Jesús Hilario Tundidor (1935-2021), sobre los que se han realizado sendos estudios críticos, pero de distinta índole.

En el primer caso, se trata del análisis crítico comparativo de tres versiones distintas del poema Playa de sufrimiento, perteneciente al segundo libro del autor titulado Junto a mi silencio, por el que le fue concedido el Premio Adonáis en 1962 y que publicó Ediciones Rialp S.A. (Madrid, 1963). Las otras dos versiones corresponden, respectivamente, a la edición dirigida por Fernando Primo Martínez que llevó a cabo la Junta de Castilla y León en 2002 y a una recopilación de las 'Obras Completas' del autor publicada por Calambur Editorial (Madrid, 2010) bajo el título de Un único día (Poesía 1960-2008).

En la segunda parte de este trabajo, asistimos al proceso creativo de otro poema del mismo autor: Equinoccio. En ella se analiza el proceso de gestación del poema a través de las modificaciones, añadidos y supresiones que se observan en los distintos borradores cedidos por el propio autor, realizando asimismo el correspondiente estudio crítico comparativo.

Palabras clave: Jesús Hilario Tundidor, poesía, edición crítica, proceso creador.

How to create a poem. Approach to the critical edition of contemporary texts

Abstract.

For the accomplishment of this work on the crítical edition of contemporary texts, we have selected two poems by the author from Zamora Jesús Hilario Tundidor (1935-2021), on which two critical studies have been carried out , though of a different nature.

In the first case, it is the critical comparative analysis of three different versions of the poem Suffering Beach, belonging to the author's second book, titled Next to my silence, book for which he was awarded the Adonis prize in1962, and was published by Ediciones Rialp S.A. (Madrid, 1963). The other two versions correspond, respectively, to the edition directed by Fernando Primo Martínez, carried out by the Junta de Castilla y León in 2002, and to a collection of the complete works of the author published by Calambur Editorial ( Madrid, 2010) under the title A single day (Poetry 1960- 2008).

In the second part of this work, we witness the creative process of another poem by the same author: Equinox. It analyzes the gestation process of the poem through the modifications, additions and deletions that are observed in the different drafts provided by the author himself, also carrying out the corresponding critical comparative study.

Keywords: Jesús Hilario Tundidor, Poetry, critical edition, creative process .

Retrato de Jesús Hilario Tundidor por Antonio Pedrero en la época del Adonais, hacia 1962.

 

1. Introducción

El presente trabajo consta de dos partes:

En la primera, se realiza un estudio crítico comparativo sobre tres versiones del poema Playa de sufrimiento, perteneciente al segundo libro del autor, Junto a mi silencio, por el que le fue concedido el Premio Adonáis en 1963.

La primera versión ─edición príncipe─ es, precisamente, la publicada por Ediciones Rialp S.A. (Madrid) para el Adonáis en 1963.

En la segunda edición, el autor ha realizado algunas modificaciones a varios poemas de Junto a mi silencio (entre ellos el que nos ocupa) pues, como él mismo explica en una nota previa: «… algunos de ellos se me quedaron como insatisfechos de sí mismos, dándome en la cabeza, como llamándome a revisión de sus pecados que eran los míos». Se trata de una edición dirigida por Fernando Primo Martínez que llevó a cabo la Junta de Castilla y León en 2002, en el cuarenta aniversario de la concesión del Adonáis y como reconocimiento a la labor literaria de Jesús Hilario Tundidor. Como dice Primo Martínez en la 'Nota Preliminar', además de redescubrir una obra, a la sazón, agotada, la edición de 2002 permite comparar en un solo ejemplar dos ediciones con cuarenta años de diferencia; esto se debe a que en el anverso del libro se presenta una edición facsímil de Ediciones Rialp (1963), mientras que en el reverso aparecen los poemas con las modificaciones realizadas por el autor en 2002 para esa edición. Los poemas modificados vienen marcados con un asterisco.

La tercera revisión es la elaborada por el autor para ser incluida en la versión original de sus 'Obras Completas', publicada por Calambur Editorial (Madrid, 2010) bajo el título de Un único día (Poesía 1960-2008).

Será ésta, y no la edición príncipe, la que tomaremos como texto base para el estudio crítico por ser la más reciente y, por tanto, pensamos, la más actualizada y ajustada a la voluntad y momento de madurez creativa del autor.

Para referirnos a las diferentes versiones utilizaremos las siguientes siglas:

En la segunda parte del trabajo, asistiremos al raro privilegio del proceso creativo de un poema de Jesús Hilario Tundidor. Demostrando una generosidad que no nos cansaremos de agradecer, el autor nos cedió en su momento los distintos manuscritos en los que fue gestando el poema Equinoccio, modificando, añadiendo o suprimiendo elementos. Analizaremos este proceso realizando el correspondiente estudio crítico comparativo.

En los Anexos facsímiles de este artículo pueden encontrase imágenes con las versiones de los distintos estados de los poemas que tratamos aquí.

Resumamos las ediciones de Junto a mi silencio:

A) Ediciones Rialp, S.A. Madrid 1963. Depósito Legal: M6217-1963. Número de Registro: 2629-63. Edición en rústica. Tamaño: 17 cm. x 12 cm. Consta de 76 páginas en total. Playa de sufrimiento: páginas 55 a 60.

B) Edición dirigida por Fernando Primo Martínez. Edita: Junta de Castilla y León. Depósito Legal: 2 - Nº 116 - 2002. Edición en rústica. Tamaño: 17 cm. x 12 cm. Consta de dos partes:

─Anverso: edición facsímil de la edición príncipe de Rialp (1963). Consta de 76 páginas en total. Playa de sufrimiento: páginas 55 a la 60.

─Reverso: edición con poemas modificados por el autor (señalados en el libro con un asterisco). Consta de 70 páginas (incluyendo índice). Playa de sufrimiento: páginas 59 a la 65.

C) Texto cedido por el autor, mecanografiado en su propio ordenador, con la versión incluida en sus 'Obras Completas', publicadas en el año 2010.

 

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2. Playa de sufrimiento. Estudio crítico comparativo

Versión final del poema Playa de sufrimiento recitado por la autora de este artículo.

 

Si tuviéramos que establecer un criterio para analizar el proceso evolutivo seguido por el poema a lo largo de estos cuarenta años, podría decirse que se da una progresiva simplificación que va eliminando lo superfluo para expresar, con sabia y madura sencillez, la esencia del sentimiento. Este proceso de depuración lleva consigo, al eliminar lo sobrante, una condensación de ideas y emociones que, inevitablemente, aumenta la intensidad de lo expresado. El proceso evolutivo puede apreciarse, como veremos enseguida, en todos los aspectos del poema: tipográfico, morfosintáctico y léxico.

 

2.1. Aspectos tipográficos

Lo primero que salta a la vista es la subdivisión en partes numeradas que no aparece en E.R. y sí en las otras dos versiones para, según palabras del autor, «quitar pesadez morfológica». En E.R. existe solamente una separación marcada con una línea de puntos, previa al comienzo de lo que en las otras dos versiones es la parte 4.

Siguiendo esa misma tendencia, comprobamos cómo existe un espacio de separación estrófica tras el verso «haciéndonos hermanos por el mar», tanto en P.M. (v. 51) como en O.C. (v. 50). En E.R. no existe tal espacio, aunque tal vez el autor lo suple al comenzar el verso siguiente con puntos suspensivos «… Y eran épocas de un verde amarillento».

Continuando con los aspectos relativos a la tipografía, consideramos significativo en el proceso de «aligerar» el poema, el hecho de que los versos de P.M. y O.C. son, en general, más breves, como consecuencia de frecuentes encabalgamientos que dividen en dos los versos ─más extensos─ de E.R.

Ejemplos de ello vemos en:

E.R. (v. 5):

Tanto hombre esperaba la pronta amanecida de sus años.

P.M. (v. 5-6) y O.C. (v. 5-6):

¡Cuántos hombres temían

la edad fugaz, los tercos plenilunios! 

E.R. (v. 25):

Y así pensábamos los hombres un poema de nunca amor

P.M. (v. 24-25):

Y así pensábamos los hombres un poema

de nunca amor, […]

E.R. (v. 27):

agitando las aguas desde dentro del pecho,

P.M. (v. 26, 27, 28):

[…] agitando las aguas 

desde lo hondo 

del pecho. […]

O.C. (v. 27, 28, 29):

[…] agitando las aguas  

[…] en lo hondo 

del pecho, […]

El mismo proceso simplificador se observa en O.C. también en relación con la edición de Primo Martínez:

P.M. (v. 29):

los humos amarillos, la memoria,

O.C. (v. 30, 31):

al amarillo humo

de la memoria,

P.M. (v. 44):

arrebatando víctimas y blancas gaviotas…

O.C. (v. 42, 43):

[…] arrebataba víctimas

barcos y gaviotas.

Asimismo, entendemos que ciertas modificaciones en los signos de puntuación contribuyen al objetivo perseguido por el poeta. Es el caso de los puntos suspensivos colocados en el lugar de alguna frase o verso que pueden, así, sobreentenderse y ser elididos:

E.R. (v. 15-16):

Y eran tantos corazones en la misma tarea

que buscaban el beso y el abrazo de madre…

(Este último verso no figura ni en P.M. ni en O.C., donde será sustituido por los puntos suspensivos).

P.M. (v. 15) y O.C. (v.-17):

¡Y eran tantos corazones en la misma tarea…!

(Los signos de exclamación sólo aparecen en O.C.)

E.R. (v. 58):

siempre pidiendo paz, paz y alguna lluvia,

O.C. (v. 60):

siempre pidiendo paz, paz… Paz

En ocasiones, las interrogaciones y exclamaciones, al dotar de una mayor expresividad al texto, rompen con cierta monotonía que puede llegar a hacerlo más pesado:

E.R. (v. 5):

Tanto hombre esperaba la pronta amanecida de sus años.

P.M. (v. 5-6) y O.C. (v. 5-6):

¡Cuántos hombres temían

la edad fugaz, los tercos plenilunios!

E.R. (v. 15) y P.M. (v. 15):

Y eran tantos corazones en la misma tarea…

(Los puntos suspensivos sólo aparecen en P.M.).

O.C. (v. 17):

¡Y eran tantos corazones en la misma tarea…!

Casi al final del poema, aparece una interrogación que abarca varios versos tanto en P.M. (versos 76 al 83) como en O.C. (versos 74 al 81). No existe tal interrogación en los versos correspondientes de la edición E.R. (versos 76 al 83).

Las frases excesivamente largas se acortan, sencillamente, con un punto:

E.R. (v. 33-34):

lo que intentábamos en vano darle olvido,

porque era el miedo, el miedo

P.M. (v. 33-34):

lo que intentábamos siempre darle olvido.

Porque era el miedo, el miedo

O.C. (v. 33-34):

lo que intentábamos siempre darle olvido.

Porque era el miedo, el miedo

E.R. (v. 39-40):

rezumados de hidras y de pulpos gigantes

el miedo a sus mañanas

P.M. (v. 40-41):

rezumados de hidras y pulpos monstruosos,

el miedo a sus hazañas

O.C. (v. 40-41):

rezumados de hidras y pulpos monstruosos.

El miedo a sus tornados […]

 

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2.2. Aspectos morfosintácticos

Entresacamos algunos ejemplos que inciden, desde el punto de vista morfosintáctico, en el proceso de depuración que venimos observando en las sucesivas versiones del poema.

Ocurre, por ejemplo, con determinados cambios en las formas verbales:

* Al introducir una forma simple donde había una perífrasis.

E.R. (v. 6):

Mas tenía que ser inexorable,

P.M. y O.C. (v. 7):

Mas ella era inexorable […]

* O al utilizar un pretérito imperfecto para sustituir a un gerundio, siempre más «pesado», incluso fonéticamente.

E.R. (v. 43):

arrebatando víctimas y gaviotas inocentes

P.M. (v. 44):

arrebatando víctimas y blancas gaviotas

O.C. (v. 42):

[…] arrebataba víctimas,

* En otros casos, son consecuencia de un cambio de sujeto.

E.R. (v. 50-51) y P.M. (v. 52-53):

…Y eran épocas de un verde amarillento

lo que arrojaba el agua y las espumas

O.C. (v. 51-52):

Y eran épocas de un verde amarillento

que arrojaban despojos y residuos

Otro ejemplo de simplificación morfosintáctica es la reducción de un plural al singular.

E.R. (v. 29):

y humos amarillos,

P.M. (v. 29):

los humos amarillos, la memoria

O.C. (v. 30):

al amarillo humo

También la simplificación o eliminación de partículas que, en ocasiones, son sustituidas por un signo de puntuación.

P.M. (v. 16):

¿Tantos como sus olas y bálagos y límites

O.C. (v. 18):

Tantos como sus olas, sus espumas, sus límites

(El polisíndeton se reduce en asíndeton).

E.R. (v. 38) y P.M. (v. 39):

abriendo siempre sus brazos extensísimos

O.C. (v. 39):

abriendo siempre brazos extensísimos

(Se ha eliminado el posesivo).

E.R. (v. 46):

porque allí estábamos los hombres

P.M. (v. 48) y O.C. (v. 47):

allí estábamos los hombres

(Se ha eliminado la conjunción).

E.R. (v. 62):

Mas en vano es el pedir si el agua

P.M. (v. 63):

En vano fue el pedir puesto que el agua

O.C. (v. 62):

En vano fue pedir, pues el mar crece,

(Eliminación de la conjunción adversativa «mas» en P.M. y O.C.; en esta última se elimina además el artículo «el» (pedir) que resulta redundante puesto que la sustantivación del infinitivo queda suficientemente marcada por su función de sujeto. También se elimina la condicional «si» en E.R. y se simplifica la locución causal «puesto que» de P.M. que se reduce a «pues».

E.R. (v. 70):

siempre, oh, siempre el mar

P.M. (v. 71) y O.C. (v. 69):

siempre, siempre la mar

(Supresión de la interjección, sustituida por la coma. El autor acaba decantándose por el género femenino del sustantivo «mar»; tal vez se deba a una cuestión de expresividad: «la mar» es femenina para los que más la conocen y conviven con ella, la gente de la costa; y es «el mar» , masculino para los que lo sienten más distante, desde el interior).

E.R. (v. 76):

Ay, qué reja de fuego

P.M. (v. 76):

¿Pues qué reja de lumbre y fuego y llanto

O.C. (v. 74):

¿Qué reja de lumbre y fuego y llanto

(Eliminación de la interjección inicial de E.R. y de la conjunción inicial de P.M.).

E.R. (v. 80):

cosechará en tanta muerte […]

P.M. (v. 80) y O.C. (v. 78):

cosechará la muerte […]

(Se elimina la preposición «en» alterando así la función del sustantivo y se simplifica el determinante indefinido «tanta» en el artículo «la»).

 

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2.3. Aspectos léxico-semánticos

Lo más obvio que cabe destacar en este apartado es el hecho de que el autor, en la última versión, tan sólo añade dos versos nuevos que no aparecen en ninguna de las dos anteriores. Sí, en cambio, suprime secuencias y versos aparecidos en E.R. y P.M. (especialmente de la primera, la más densa, como sabemos). En total tanto E.R. como P.M. contienen ochenta y cuatro versos frente a los ochenta y dos de O.C.

Los versos añadidos en O.C., inexistentes tanto en E.R. como en P.M., son los versos 14 y 15:

originando toda

la apariencia del mundo,

Elementos eliminados en O.C. de E.R. son:

(v. 7):

castigadora, […]

(v. 16):

que buscaban el beso y abrazo de madre…

(v. 28) :

[…] recuerdos

(v. 30-31):

arrinconadas semillas a medio germinar

sin luz de lluvia ni partos

(v. 42):

formaba tolvaneras que herían en los ojos

(v. 58):

[…] y alguna lluvia,

(v. 65):

Mas en vano es pedir.

(v. 69):

siempre la juventud será la encina,

(V. 73-74-75):

sin esperar cosechas ni gavillas,

sin esperar retornos,

porque es la gran labor de sus mil siglos.

Elementos eliminados en O.C. de P.M.:

(v. 25):

[…] aún lleno de deseo,

(v. 30-31):

arrinconadas semillas en la germinación

sin luz de lluvia ni de partos,

(v. 43):

formaban tolvaneras que en los ojos herían

(v. 61):

[…] y lentos barcos,[…]

(v. 66):

[…] En vano fue pedir.

(v. 70):

siempre la juventud será la lluvia,

Algunas modificaciones en el léxico persiguen (y lo logran) una mayor expresividad e intensidad semántica.

E.R. (v. 33):

Lo que intentábamos en vano darle olvido,

O.C. (v. 33):

Lo que intentábamos en vano darle olvido.

P.M. (v. 33):

Lo que intentábamos siempre darle olvido.

E.R. (v. 39):

rezumados de hidras y de pulpos gigantes,

P.M. (v. 40):

rezumados de hidras y pulpos monstruosos,

O.C. (v. 40):

rezumados de hidras y pulpos monstruosos.

E.R. (v. 43):

arrebatando víctimas y gaviotas inocentes.

P.M. (v. 44):

arrebatando víctimas y blancas gaviotas…

O.C. (v. 42-43):

[…] arrebataba víctimas, barcos y gaviotas.

(En este caso se sustituyen los adjetivos «blancas» (P.M.) o «inocentes» (E.R.), de mera función ornamental, por un sustantivo «barcos» que aporta un nuevo concepto).

E.R. (v. 47):

de diferentes mares y diferentes bocas

P.M. (v. 49) y O.C. (v. 48):

de remotos países y diferentes mares

E.R. (v. 51) y P.M. (v. 53):

lo que arrojaba el agua y las espumas

O.C. (v. 52):

que arrojaban despojos y residuos

(Sustitución de los sustantivos neutros por su significado: «el agua y las espumas» por otros más marcados semánticamente con un matiz negativo, «despojos y residuos»).

E.R. (v. 52):

hasta la tierra aquella de la playa.

P.M. (v. 54):

hasta la arena aquella de la playa.

O.C. (v. 53):

hasta la arena oscura de la playa.

(Sustitución del sustantivo «tierra» por el más apropiado «arena» y del demostrativo con valor de adjetivo «aquella» por un adjetivo calificativo «oscura» que aporta, lógicamente, una mayor carga semántica).

E.R. (v. 53):

Por su canción pensábamos en Dios cada seis días

P.M. (v. 55):

Por su canción pensábamos en Dios y el oleaje

O.C. (v. 54):

Por su ruido pensábamos en Dios y el oleaje

(Como vemos en la versión última, el autor sustituye una vez más un sustantivo con una carga semántica más diluída, «canción», por otro de matiz claramente negativo, «ruido». Además prefiere, en P.M. y O.C., un concepto más al suplemento, «y el oleaje», que incluir un circunstancial temporal «cada seis días», dotado de menor expresividad).

E.R. (v. 58):

siempre pidiendo paz, paz, y alguna lluvia,

P.M. (v. 61):

siempre pidiendo paz, y lentos barcos, paz… Paz

O.C. (v. 60):

siempre pidiendo paz, paz… Paz

(El autor prefiere eliminar conceptos que considera superfluos para resaltar e intensificar el que considera primordial: «paz». Lo deja solo en el verso para que ningún otro sustantivo diluya su protagonismo absoluto).

P.M. (v. 74):

en su siempre retorno de holoturias,

O.C. (v. 72):

en su retorno de holoturias núbiles,

(Se prefiere añadir el modificador «núbiles» al sustantivo principal desde un punto de vista semántico en vez del adverbio con el valor adjetivo de «eterno» que antecedía al otro sustantivo en P.M. Con ello, el autor consigue reforzar el sustantivo que considera más importante).

E.R. (v. 76):

Ay, qué reja de fuego

P.M. (v. 76):

¿Pues qué reja de lumbre y fuego y llanto?

O.C. (v. 74):

¿Qué reja de lumbre y fuego y llanto?

(En este caso, en aparente contradicción con el proceso simplificador que hemos venido observando, el autor opta por el verso más largo y más complejo, con polisíndeton y redundancia incluidos. Sin embargo, también hablamos de un proceso de intensificación semántica y aquí son evidentes la mayor expresividad y musicalidad conseguidas en las dos últimas versiones).

 

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2.4. Notas explicativas

2.4.1

E.R. (verso añadido):

que buscaban el beso y el abrazo de madre…

Más que sus olas, tantos como sus olas

ahincado por su arena el seguro reposo

P.M.:

¿Tantos como sus olas y bálagos y límites

que el cansancio del agua desvanece en la orilla?

2.4.2

E.R.:

como un cantil

agitando las aguas desde dentro del pecho,

P.M. (en tres versos, el primero añadido):

de nunca amor, aún lleno de deseo,

como un cantil agitando las aguas

desde lo hondo

2.4.3

En E.R. y P.M. aparecen dos versos añadidos:

E.R.:

arrinconadas semillas a medio germinar

sin luz de lluvia ni de partos,

P.M.:

arrinconadas semillas en la germinación

sin luz de lluvia ni de partos,

2.4.4

E.R. y P.M. (verso añadido):

E.R.:

formaba tolvaneras que herían en los ojos

P.M.:

formaba tolvaneras que en los ojos herían

2.4.5

E.R. (en el mismo verso):

arrebatando víctimas y gaviotas inocentes.

P.M. (en el mismo verso):

arrebatando víctimas y blancas gaviotas…

2.4.6

E.R. (dos versos añadidos entre el 60 y el 61):

y algún yunque. Paz,

a la brisa, al hambre, paz. Paz

2.4.7

E.R.: espacio tipográfico marcado con una línea de puntos.

2.4.8

E.R. (en verso añadido):

siempre la juventud será de encina,

P.M. (en verso añadido):

siempre la juventud será de lluvia,

2.4.9

Los versos 72 y 73 no aparecen en E.R.; en su lugar:

sin esperar cosechas ni gavillas,

sin esperar retornos,

porque es la gran labor de sus mil siglos.

 

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3. Equinoccio.
Cómo se construye un libro de poemas

Versión final del poema Equinoccio recitado por la autora de este artículo.

 

Primero. Pienso en un tema unitario «abierto», amplio, general. Por ejemplo: el amor.

Segundo. Voy escribiendo poemas que más o menos comprendan este significado. Suelo escribirlos, generalmente, en conjunto de dos o tres unidades. A veces tardo años en reunir un conjunto más amplio, según vayan haciéndose.

Tercero. Cuando dispongo de un número de poemas adecuado, empiezo a reunirlos por grupos de una misma similitud significativa, o emocional, o estilística y voy dándoles títulos que los signifiquen o agrupen con características semejantes.

Cuarto. Empiezo a buscar un «título».

Este es el proceso, según palabras textuales del propio Jesús Hilario Tundidor, de construcción de un libro de poemas. Cabría preguntarse ahora ¿y cómo se construye un poema? Precisamente, vamos a tener la oportunidad de presenciar el proceso de creación de uno de ellos: Equinoccio. El autor, amablemente, nos ha cedido los seis borradores (cuatro manuscritos y dos versiones mecanografiadas en su ordenador personal) que conforman las sucesivas etapas de gestación del poema. Analizaremos dicho proceso en el posterior estudio crítico tomando como base, una vez más, la versión definitiva, la 6.ª, según la numeración que el propio autor nos ha facilitado.

 

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3.1. Los borradores

3.1.1. Manuscrito 1.º (M1)

En un folio de 30 x 21 cm, con la esquina izquierda seccionada, el autor ha escrito de su puño y letra la primera versión de Equinoccio.

Tras el título (en la parte superior del folio y con mayúsculas), aparecen cinco versos que, suponemos, no corresponden al poema que nos ocupa puesto que no figuran en ninguno de los borradores; de los cinco, tres están tachados. Por dos veces el autor ha iniciado la primera palabra con la que comienzan esos versos y las dos veces las ha tachado.

Por fin el autor inicia la escritura del poema (comienzo que ya no modificará en ninguno de los borradores), que abarcará el resto del anverso del folio más la mitad inferior del reverso (escrita en el sentido contrario al de la otra página).

Se aprecian correcciones y tachaduras ─que colocaremos entre corchetes─ en los versos siguientes:

v. 5:

[una madre], una simiente, una sémola

v.6:

[para la confusión…]

para el confuso ámbito [ilegible]

v. 16:

[Con espectáculo], una revolución de meteoros

v.22:

abrirá la ventana, [ilegible] esclarecera

[descubrirá el espejo roto]

Y el verso final (v. 23) aparece incompleto:

aquel espejo roto que

 

3.1.2. Manuscrito 2.º (M2)

En un folio idéntico al anterior, el autor reescribe el poema en una nueva versión menos titubeante (a pesar de las tachaduras), más completa, quizá, que la precedente.

Tras el título (con mayúsculas y encabezando el folio) el poema ocupa la totalidad del anverso y la mitad superior del reverso (esta vez ambas escrituras en la misma dirección).

También se ven correcciones y tachaduras (en este caso, incluso de versos enteros) en los siguientes versos:

v. 6:

[arde] sobre el túrbido ámbito

v. 11:

es lo mismo: [siempre] es lo mismo: Vivir y morir.

v. 14:

[pronto] la amanecida [ilegible] pronto

v. 15:

[te esperará…] te ofrecerá el confuso festín de la mañana.

v. 17:

No hay sueño, tú, sucede, transcurre,

[y alguien sabe que llevas]

[ilegible] [alguien sabe que tú oculto] [ilegible] [, llevas]

[un otra] [ilegible]

[en la ] [ilegible]

[y que]

v. 20:

Túrbido. Una [luz] de meteoros

v. 21:

te puebla la inmensa geografía

[de la intimidad, que] [ilegible]

[de la]

v. 22:

de toda intimidad [ilegible]

Aparece subrayada una parte de los dos últimos versos:

y no puedo huir, ni tienes

ni puedes descubrir tu espejo roto

 

3.1.3. Manuscrito 3.º (M3)

Es el único borrador sin título. No se trata, en realidad, de una tercera versión puesto que el poema aparece incompleto. Se trata, más bien, de un pequeño apunte, pero que tiene el mérito de insinuar ya la forma más sincrética (versos sangrados…) y algún otro elemento que conformarán la versión definitiva. Curiosamente, aparece tachado con un aspa.

Escrito en un folio del mismo tamaño que los anteriores y con un membrete en la parte superior derecha de las Primeras Jornadas Literarias «Mar Adentro» en la Casa de Cultura de Candás (Asturias) ─jornadas a las que presumiblemente pudo asistir el autor─.

El apunte del poema (se trata tan sólo de 12 versos) ocupa la parte central del anverso del folio; en el reverso, encontramos la última parte del borrador 4º, del que nos ocuparemos más adelante.

Además del aspa que tacha todo el poema, se advierten algunas pequeñas enmiendas o tachaduras ─que colocaremos entre corchetes─ en los siguientes versos:

v. 5:

del equinocio, en [cielo], en alma,

v. 8:

del equinocio bajo el [cielo],

v. 9:

[debajo], de la tierra

Como curiosidad, en el ángulo inferior derecho aparecen manuscritos en diagonal estos dos versos: en la axila del tiempo // esclarece, que no formarán parte de ninguna de las versiones. Probablemente fueron añadidos con posterioridad al borrador del poema puesto que están escritos con la misma tinta que el aspa que lo tacha.

 

3.1.4. Manuscrito 4.º (M4)

Se trata de la versión que más se asemeja a la que será la definitiva.

El 4.º borrador de Equinoccio ocupa el anverso de una cuartilla de 22 x 16 cm. y, como apuntamos, la mitad inferior del reverso del folio que contiene el M3; el autor marca esa continuidad con una F mayúscula y una flecha (F ), indicando la dirección del «final», que aparecen tras el último verso de la cuartilla (ángulo inferior derecho) y al comienzo de los del folio.

Esta es la única versión ─junto con la 6ª y la definitiva─ que aparece firmada por el autor. Hilario Tundidor estampa su rúbrica, tanto en la cuartilla como en el folio, en los respectivos márgenes izquierdos y en dirección apaisada. En la cuartilla aparece, además, en la parte más externa del margen y en paralelo a la firma, la siguiente fecha 22 -junio- 2002, que nos facilita la datación precisa de esta cuarta versión.

El título figura en la parte superior derecha de la cuartilla, donde aparecen los 24 primeros versos del poema; en el folio, los 8 últimos.

De las versiones previas a la definitiva, ésta es la que presenta un menor número de enmiendas y tachaduras que colocaremos, como hemos hecho hasta ahora, entre corchetes.

v.8:

en el exilio: No conocer. Es [más]

v. 9:

[y] o menos, torpeza del espacio,

v. 16:

Vida y muerte. Y muerte. [¿vivida]

v. 23:

la de [tu] la intimidad, [meteoros] siempre

[hirientes,] [ilegible]

v. 25:

que la duda, felina, pordiosera. [Pero]

v. 29:

[Hasta que un día en érase] una vez

[un] alguna vez tu espejo [roto alguien.]

En el v. 30, el autor rodea la palabra «será» con un círculo y una línea que parece indicar que quiere situarla en el verso anterior tras la palabra «vez».

 

3.1.5. Borrador 5.º (B5)

No se trata ya de un manuscrito, sino de una copia mecanografiada con ordenador en un folio un poco mayor que los anteriores (31 x 22 cm.), taladrado a la izquierda para poder ser incluido en un clasificador. En el margen inferior aparece numerada la página con la cifra 235 (el 3 enmendando un 5 que se adivina por debajo).

De nuevo aparecen numerosas tachaduras, la mayoría realizadas con ordenador (versos 6, 9, 11, 12, 14, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23, 25, 26, 29, 30, 31, 32, 34, 35, 37), pero tan confusas que resultan ilegibles y tampoco queda claro hasta dónde ha querido eliminar el autor, salvo la del verso 7, hecha a mano con bolígrafo azul.

v. 7:

[Como semilla] Semilla donde ¿Existen?

Por otro lado, algunas repeticiones ─que el autor no tacha─ alteran el sentido del texto y parecen estar de sobra.

A la altura de los versos 25-26, en el margen derecho, aparecen dos versos escritos a lápiz:

Turbio paseas

entre sueños de frío

que corresponden a los versos 28-29 del mismo borrador:

meteoros y sombras. Túrbido paseas

entre sueños de frío.

Pero presentan ya la forma definitiva que veremos también en B.6 (v. 24-25):

Turbio paseas

entre sueños de frío. Qué breve geografía

Esto nos lleva a pensar que estos dos versos a lápiz fueron escritos con posterioridad a la redacción del borrador.

En el margen izquierdo, de forma aislada, aparece, también a lápiz, la palabra «limo».

 

3.1.6. Borrador 6.º (B6)

En el reverso del mismo folio (en sentido contrario al texto del anverso, como parece ser costumbre del autor) encontramos la 6.ª y definitiva versión de Equinoccio.

Realizada también con ordenador, presenta tan sólo un par de enmiendas a bolígrafo:

Hay una errata y la «cc» de «equinoccio», en el verso 6 se reduce en «c».

En el verso 24, el cultismo «túrbido» que, como ya avanzaba el verso a lápiz de B5, se resuelve en el patrimonial «turbio».

Encontramos la firma del autor en el ángulo inferior derecho, sobre la numeración de la página 25.

 

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3.2. Notas explicativas

3.2.1

M1 (v. 3, 4, 5):

[…] No es una historia el equinocio

ni la alegría es

una simiente, una sémola

M2 (v. 3, 4, 5):

[…] No es una historia

el equinocio, ni es

la alegría una simiente, una sémola

M3 (v. 4, 5, 6, 7, 8, 9,10):

                               La simiente

del equinocio en cielo, en alma

debajo de la tierra.

                                 La simiente

del equinocio bajo

de la tierra

del alma, […]

M4 (v. 4, 5, 6):

                                 La simiente del equinocio,

como semilla bajo

la tierra […]

B5 (v. 5, 6, 7, 8):

Tal como la simiente. ¿Acaso esperas

[ilegible] [bajo la] tierra.

Semilla donde ¿Existen?

Tal como la simiente […]

3.2.2

Aparece en M1 (v. 6, 7):

para el confuso ámbito

del desconocimiento

M2 (v. 6, 7):

sobre el túrbido ámbito

del desconocimiento…

M4 (v. 8):

en el exilio: No conocer. Es [más].

B5 (v. 8):

[ilegible] [No] conocer,

3.2.3

Aparece en M1 (v. 8, 9):

Es el espacio, la luz del día,

el viento de la noche, aquí.

M2 (v. 8, 9, 10):

Pero este es el espacio y aquí

la luz del día bulle,

o el viento de la noche.

M4 (v. 9, 10, 11):

o menos, torpeza del espacio,

aquí, la luz del día

bulle o el viento de la noche,

B5 (v. 14, 15, 16):

[ilegible] Aquí,

la luz del día bulle del destino

o el viento de la noche,

3.2.4

Aparece en M2 (v. 12, 13):

partir la aurora en mil añicos o

anochecer. Pues anochece, pero

M4 (v. 17, 18):

¿O vida? ¿O nada? Tal vez partir la aurora

en mil añicos, o nunca anochecer…

B5 (v. 19, 20, 21, 22):

[ilegible] Tal vez partir la aurora

[ilegible] más.

[ilegible] Y muerte

¿O vida? ¿O nada? [ilegible]

3.2.5

Aparece en M2 (v. 14, 15):

[pronto] la amanecida [ilegible] pronto

te ofrecerá el confuso festín de la mañana.

M4 (v. 19, 20):

El festín de la noche no esclarece

la luz de la mañana

B5 (v. 23, 24, 25):

[ilegible] anochecer…

pues no esclarece

De [ilegible] son los sueños [ilegible] la mañana

3.2.6

Aparece en M1 (v. 16, 17, 18):

[Con espectáculo], una revolución de meteoros

te puebla la inmensa geografía

de tu interioridad. […]

M2 (v. 19 a 22):

Los sueños son de agua y tú transcurres:

túrbido. Una [luz] de meteoros

te puebla la inmensa geografía

de toda intimidad

M4 (v. 21, 22, 23, 24):

Los sueños son de agua y túrbido

Tú has sucedido. ¡Qué breve geografía

la de la intimidad, [meteoros] siempre

poblada: meteoros y sombras.[…]

B5 (v. 26, 27, 28, 29):

[ilegible] Qué [ilegible] geografía

la de la intimidad, poblada siempre:

meteoros y sombras. Túrbido paseas

entre sueños de frío. [ilegible]

(En el margen, a lápiz: Turbio paseas)

3.2.7

Aparece en M4 (v. 24, 25):

[…]                                  Al igual

que la duda, felina, pordiosera. [Pero]

B5 (v. 30):

felina, pordiosera, […]

3.2.8

La idea aparece expresada en dos lugares distintos de M1

(v. 12, 13, 14):

un meteoro que no tiene puertas

ni salida, ni sol,

ni puede descubrir tu espejo roto.

(v. 18, 19, 20, 21, 22, 23):

[…] Y no hay salida. No

más puerta posible, ni sol,

ni sombra, un espectáculo

sobre tu corazón. Alguien

abrirá la ventana, [ilegible] esclarecerá

aquel espejo roto que

M2 (v. 23, 24):

y no puedes huir, ni tienes puertas

ni puedes descubrir tu espejo roto

M4 (v. 26, 27, 28, 29, 30, 31):

[…] Mas aquí

no hay salida, ni puertas ni ventanas.

Esperar. Y es bastante.

Alguna vez tu espejo [roto alguien]

roto será restablecido (roto en un círculo)

tu espejo roto en el altar del aire.

B5 (v. 38, 39, 40):

es suficiente. Hasta que en otro tiempo

sea restablecido

mi espejo roto en el altar del aire.

No aparece explicitado el concepto «no hay salida».

 

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4. Estudio crítico

Al analizar el proceso creativo de Jesús Hilario Tundidor en el presente poema, encontramos una evolución similar a la experimentada en las sucesivas modificaciones de un poema ya editado, Playa de sufrimiento.

De nuevo asistimos a un proceso de depuración en el fondo y en la forma, que lleva al autor a utilizar elementos que han ido apareciendo en los sucesivos borradores, pero a través de una selección que elimina lo superfluo y consigue aglutinar en la expresión esencial y precisa las distintas aportaciones que han ido surgiendo en el proceso de creación. Para ello, como veremos, el autor elimina elementos, resume otros en un solo concepto más directo o incisivo, altera determinadas asociaciones de ideas…

Tras la lectura de los distintos borradores, presenciamos, en la versión definitiva, cómo surge de entre todas las variantes incluidas la forma final que las encierra de la manera más sincrética y sencilla, más simple y más compleja a la vez. Será esta, lógicamente, la versión que tomaremos como texto base para nuestro trabajo.

El efecto de síntesis que ha conseguido el autor en la versión definitiva se aprecia ya a simple vista en la mayor brevedad de los versos y el elevado número de versos sangrados, que inciden de forma directa en las ideas sobre las que el autor desea llamar nuestra atención. Asimismo, la división en cinco estrofas contribuye a «aligerar» el texto; tan sólo las versiones M2 y M4 habían insinuado una división en cuatro estrofas.

Analizaremos ahora otras variantes:

M1 (v. 2, 3):

el mar, la mar y sus orillas

verdaderas? […]

M2 (v. 2, 3):

la mar, el mar y sus orillas

verdaderas? […]

M3 (v. 2, 3):

la mar, el mar y sus orillas

verdaderas? […]

M4 (v. 2, 3):

la mar, el mar y sus orillas

verdaderas? […]

(En M1 se altera el orden en el género de” mar”).

Ambos versos son sustituidos en los borradores por:

B5, B6 (v. 3)

los inciertos presagios?

El autor ha preferido explicitar y concretar en forma directa el concepto de «incertidumbre», duda.

La interrogación ¿Existen? aparece en la versión definitiva por primera vez aislada, formando un solo verso sangrado (v. 4).

M1 (v. 3, 4, 5): […]

No es una historia el equinocio

ni la alegría es

[una madre] una simiente, una sémola

M2 (v. 3, 4, 5):

[…] No es una historia

el equinoccio, ni es

la alegría una simiente, una sémola

M3 (v. 4, 5, 6):

                                 La simiente

del equinocio, en cielo, en alma

debajo de la tierra

A continuación (y con alguna tachadura) se repite en M3:

M3 (v. 7, 8, 9, 10):

                                 La simiente

del equinoccio bajo [el cielo]

[debajo] de la tierra

del alma, […]

Pensamos, lógicamente, que estos versos no constituyen la continuación real del poema, sino que se trata de un nuevo ensayo o revisión de los versos anteriores. Recordemos que M3 no es en realidad una versión completa del poema, sino más bien un pequeño apunte, un borrador.

M4 (v. 4, 5, 6):

                                 La simiente

del equinocio, como semilla bajo

la tierra donde tú te edificas.

B5 (v. 5 al 8):

Tal como la simiente ¿Acaso esperas

[ilegible] [bajo la] tierra.

[Como] Semilla donde ¿Existen?

Tal como la simiente tú te edificas:

Estas dos últimas versiones son las más aproximadas a la versión definitiva:

(v. 5 al 8):

Tal como la simiente

del equinoccio, bajo la tierra.

Semilla donde

                                 tú te edificas:

En ella vemos cómo el autor destaca, al dejarlo solo en un verso sangrado, un concepto que considera importante, aunque no aparece en todas las versiones: «tú te edificas». Es evidente el proceso de síntesis que han sufrido el resto de elementos desde M1 a B6.

M1 (v. 8 y 9):

Es el espacio, la luz del día

el viento de la noche, aquí.

De los versos que siguen a éstos en M1, tan sólo se recogerán algunos conceptos y expresiones en la versión definitiva. Vamos a verlo de manera esquemática:

             M1 (v. 10 al 14)         B6 y Versión Definitiva     

donde aconteces, y transcurres, y pasas

y nadie sabe que eres

un meteoro que no tiene puertas

ni salida, ni sol

ni puede descubrir tu espejo roto

tú te edificas (v.8)

 

meteoros y sombras. (v.27)

Puesto que no hay salida (v.32)

mi espejo roto en el altar del aire (v.35).

Ciertas secuencias que aparecen sólo en algunas versiones serán definitivamente eliminadas:

Todo // es lo mismo:            -Sólo en M2 (v. 10-11)

Es más // o menos            -Sólo en M4 (v. 8-9)

A quien puede saberlo.            -Sólo en M1 (v. 15)

un espectáculo // sobre tu corazón.            -Sólo en M1 (v. 20-21)

Como dijimos, los versos de la versión definitiva son los más reducidos. En el siguiente ejemplo comprobamos cómo el autor prefiere repartir en tres versos más breves -uno de ellos sangrado- la secuencia correspondiente que en M4 abarca solo dos, pero de mayor longitud:

M4 (v. 19 y 20):

El festín de la noche no esclarece

la luz de la mañana

B6 (v. 21 al 23):

pues no esclarece

                                 la luz de la mañana

el festín de lo oscuro.

En su deseo de simplificar, tanto el concepto como la expresión, el autor decide sustituir el cultismo «túrbido» (M2: v. 6 y 20; M3: v.10; M4: v. 21; B5: v. 28) por la patrimonial «turbio» que aparece, como dijimos apuntado a lápiz en B5, para incorporarse ya definitivamente en B6, en el verso 24.

M2 (v. 16):

Ni certeza, ni verdad, tal vez duda.

(v. 18):

Ni realidad ni sombras, tal vez dudas.

M4 (v. 24 y 25):

[…]                                  Al igual

que la duda, felina, pordiosera.

B5 (v. 31 al 33):

[ilegible] de algún río, esperando,

seminal y nocturna, [ilegible] que la duda,

felina, pordiosera.

B6 (v. 28 al 31):

                                 Al igual que la duda,

felina, pordiosera,

sentada a las orillas de algún río, esperando,

seminal y nocturna, desolada…

En estos ejemplos vemos cómo, a pesar del proceso de sincretización que venimos observando, es en las dos últimas versiones (especialmente en la última) donde el autor más se extiende en la descripción de un concepto que le interesa especialmente, como vimos: la «incertidumbre», la duda.

En cuanto al adjetivo «seminal», no aparecerá como tal hasta B5; sin embargo, ya quedaba insinuado el concepto en el apunte M3 a través del sustantivo «esperma».

Otro concepto fundamental del poema es el que aparece sintetizado, de forma breve y directa, en el verso 32 de la versión definitiva:

Puesto que no hay salida,

Sin embargo, la idea ya había ido apareciendo en versiones precedentes:

M1 (v. 12 y 13):

un meteoro que no tiene puertas

ni salida, ni sol,

(v. 18 a 22):

[…] Y no hay salida. No

más puerta posible, ni sol,

ni sombra, un espectáculo

sobre tu corazón. Alguien

abrirá la ventana, […]

M2 (v. 23):

y no puedes huir, ni tienes puertas

M4 (v. 26 al 28):

[…] Más aquí

no hay salida, ni puertas ni ventanas.

Esperar. Y es bastante.

El concepto de «sombra» lo vemos también en todas las versiones, implícito en algunos versos y explícito en otros, como por ejemplo en éstos:

M1 (v. 19 y 20): [

…] ni sol,

ni sombra, un espectáculo

M2 (v. 18):

Ni realidad ni sombras, tal vez dudas.

En las versiones M4 (v. 24), B5 (v. 28) y B6 (v. 27) se resume en la secuencia «meteoros y sombras».

La esperanza que dejan vislumbrar los versos finales de M1, M4, B5 y B6, no tiene cabida en M2:

M1 (v. 21 al 23):

[…] Alguien

abrirá la ventana, esclarecerá [descubrirá el espejo roto]

aquel el espejo roto que

M4 (v. 29 al 31):

Alguna vez tu espejo,

roto será restablecido

tu espejo roto en el altar del aire.

B5 (v. 38 al 40) y B6 (v. 33 al 35):

[…] Hasta que en otro tiempo

sea restablecido

mi espejo roto en el altar del aire.

Sin embargo, en M2 (v. 23 y 24):

y no puedes huir, ni tienes puertas

ni puedes descubrir tu espejo roto.

También en M1 (v. 14):

ni puedes descubrir tu espejo roto.

(Aparece tachado «descubrirá el espejo roto»).

Obsérvense, además, las sucesivas modificaciones del determinante del sustantivo «espejo»:

 

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5. Referencias

5.1. Bibliografía

  • HILARIO TUNDIDOR, Jesús (1963). Junto a mi silencio. Ediciones Rialp, S.A. Madrid.
  • ─(2002). Junto a mi silencio. Edición dirigida por Fernando Primo Martínez y editada por la Junta de Castilla y León.
  • ─(2010). Un único día (Poesía 1960-2008). Madrid, Calambur Editorial. Obras completas revisadas por el autor.

 

5.2. Anexos facsímiles

Nota sobre visualización de imágenes: con un clic se abre la imagen a gran tamaño y con doble clic se reduce. Si se quiere ver a tamaño original: botón derecho y pulsar en «Abrir imagen en pestaña nueva».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5.3. Créditos del artículo, versión y licencia

HERNÁNDEZ CASTEJÓN, Carmen (2022). «Cómo se crea un poema. Aproximación a la edición crítica de textos contemporáneos». Letra 15. Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid. Año IX. N.º 12. ISSN 2341-1643
URI: http://letra15.es/L15-12/L15-12-13-Carmen.Hernandez.Castejon-Como.se.crea.un.poema.html

Recibido: 3 de febrero de 2022.

Aceptado: 3 de mayo de 2022.

 

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