Letra 15. Revista digital
Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid - ISSN 2341-1643

Sección NUEVAS VOCES

La educación patrimonial a lo largo de una jornada escolar en la etapa infantil

Julia Vilar López

La autora es titulada en Técnico Superior de Educación Infantil (2017) y graduada en Maestro en Educación Infantil por la Universidad Complutense de Madrid (2021). Este artículo se basa en el Trabajo de Fin de Grado tutorizado por el profesor Enrique Ortiz Aguirre en la Facultad de Educación.

julia.vilar.lopez@gmail.com

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Resumen / Abstract

Resumen.

Incluso cuando todo el mundo tiene una idea bastante asentada de a qué nos referimos al hablar de patrimonio y resulta muy fácil encontrar ejemplos, el patrimonio es un concepto muy difícil de definir: desde las diferencias en los marcos legislativos, hasta las contradicciones en su nomenclatura, pasando por las diferentes acepciones del propio término a lo largo de la historia. No es de extrañar que el patrimonio tenga también un difícil encaje académicamente. La importancia del patrimonio parece no reflejarse en la enseñanza actual, que reserva para él un espacio reducido en la programación. Apostando por una mayor presencia del patrimonio en el aula, el objetivo de este trabajo es explorar la viabilidad de un modelo educativo en el que la enseñanza del patrimonio esté presente de manera transversal englobando al resto de asignaturas durante todo el curso escolar.

Palabras clave: patrimonio, transversalidad, educación patrimonial, jornada escolar tipo.

Heritage education throughout a school day of the childish stage

Abstract.

Even though everyone has a fairly established idea of what we mean when we talk about heritage and it is very easy to find examples, heritage is a very difficult concept to define: from the differences in legislative frameworks to the contradictions in its nomenclature, through the different meanings of the term itself throughout history. It is not surprising that heritage also has a difficult fit academically. The importance of heritage does not seem to be reflected in current education, which reserves a small space for it in the programme. Putting faith a greater presence of heritage in the classroom, the goal of this essay is to explore the feasibility of an educational model in which the teaching of heritage is present in a transversal way, encompassing the rest of the subjects throughout the school year..

Keywords: heritage, transversality, heritage education, school day model.

1. Presentación

Al mencionar el término patrimonio nos vienen a la mente monumentos o festividades de valor excepcional, algún viaje a cierta ciudad hermosa o, si somos amantes de la naturaleza, algún paraje especialmente bello. Si nos fijamos, estos elementos tienen un gran valor para nosotros y, cuando esta opinión se generaliza, hacemos lo posible por conocerlos, cuidarlos, disfrutarlos y transmitirlos. A esta asignación de valor le ponemos un nombre: patrimonio.

Podemos apreciar que este concepto está vinculado con múltiples facetas del hombre y hasta podemos afirmar que el patrimonio se encuentra presente en nuestro día a día. Sin embargo, suele enseñarse a través de proyectos de corta duración, por lo que su peso en la enseñanza, a todos los niveles, es relativamente menor. ¿Es pues adecuado estructurar así la enseñanza del patrimonio? Por ejemplo, a nadie se le ocurriría diseñar un proyecto de matemáticas de un mes de duración cuando las matemáticas forman parte de todo cuanto hacemos. Merece la pena cuestionarse si la enseñanza subestima en cierto modo el valor del patrimonio en nuestras vidas, lo cual justifica el objetivo de este trabajo: explorar la posibilidad de diseñar un modelo educativo en el que la enseñanza del patrimonio esté presente todo el curso escolar.

 

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2. ¿Qué entendemos por patrimonio?

Aun cuando el patrimonio es un elemento esencial para definir nuestra cultura, nos encontramos con un concepto difícil de definir (Fontal, 2003). Las causas van desde su carácter multidisciplinar, hasta las diferencias en los marcos legislativos, pasando por las diferentes acepciones del propio término a lo largo de la historia.

De acuerdo con esta autora, al hablar de patrimonio histórico, arqueológico, fotográfico, documental, artístico… podemos observar que son varias las disciplinas que se ocupan de su estudio. Si bien ayudan a completar su significado, también dificultan llegar a un acuerdo a la hora de acotar este término.

Incluso vemos discordancias en las nomenclaturas de instituciones a nivel mundial y estatal. La Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español disiente en su propio título de nomenclaturas procedentes, como la que recoge la Constitución Española de 1978, que habla de «patrimonio artístico, histórico y cultural». Asimismo, ambas difieren del término anteriormente acordado por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que recoge los términos de «patrimonio cultural» y «patrimonio natural» en la Convención celebrada en París en 1972.

Por otro lado, partimos de la base de que, como dice Hernández Cardona (2003), manejamos un concepto polisémico que engloba tres acepciones: el patrimonio como herencia, el patrimonio como identidad y el patrimonio como cultura.

  • Patrimonio como herencia: nos referimos a las posesiones que pertenecieron a nuestros antepasados y nos han sido transmitidas y que, a su vez, nosotros transmitiremos a nuestros descendientes (Fontal, 2003). El patrimonio constituye un vínculo entre generaciones que nos permite observar la historia y aproximarnos al pasado (Ballart y Juan i Tresserras, 2001 y Hernández Cardona, 2003).
  • Patrimonio como identidad: consiste en entender el patrimonio como aquello que define a una sociedad y nos otorga un sentido de pertenencia a ella (Hernández Cardona, 2003).
  • Patrimonio como cultura: supone entender el patrimonio en el sentido más espiritual e intangible, como son las creencias, las lenguas, la música o las festividades (Hernández Cardona, 2003).

Para finalizar, pasamos ahora a identificar qué elementos engloba el concepto de patrimonio, tomando como referencia las convenciones acordadas por la UNESCO (1972; 2003) en materia de protección del patrimonio, y que diferencian entre:

  • Patrimonio cultural material: son las obras arquitectónicas, de escultura, de pintura y arqueológicas, los conjuntos urbanos y las obras conjuntas del hombre y la naturaleza que, desde el punto de vista histórico, del arte o de la ciencia, tienen un valor excepcional.
  • Patrimonio cultural inmaterial: son las tradiciones y expresiones orales, las artes del espectáculo, los rituales y actos festivos y las técnicas artesanales tradicionales.
  • Patrimonio natural: son las formaciones físicas, biológicas, geológicas o fisiográficas, las zonas que constituyan el hábitat de especies animales o vegetales amenazadas y los lugares a los que se les ha otorgado un valor excepcional desde el punto de vista estético o científico.

 

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3. La educación patrimonial

En la actualidad, la enseñanza del patrimonio constituye una nueva disciplina, la educación patrimonial, que defiende la educación por y desde el patrimonio (Cambil y Fernández Paradas, 2017 y Cambil y Romero Sánchez, 2017). Nos centramos a continuación en analizar los objetivos y dificultades de esta disciplina, puesto que han sido aspectos clave para la elaboración de nuestra propuesta educativa.

Con respecto a los objetivos, Fontal (2003) especifica que el niño debe ser capaz de conocer, comprender, respetar, valorar, cuidar, disfrutar y transmitir el patrimonio. Por ejemplo, conocer la existencia de un patrimonio bajo actitudes sin prejuicios; comprender dando sentido, importancia, valor o interés a esos elementos patrimoniales; aceptar las diferencias con respeto y adoptar posturas abiertas ante éstas; conocer el valor del patrimonio y construir criterios de valoración propios; aumentar los conocimientos y las acciones para conservar y proteger bienes patrimoniales; descubrir un nuevo placer a través del patrimonio; y comprender la herencia patrimonial y saber comunicar su buena conservación, disfrute y respeto.

En cuanto a las dificultades para la enseñanza del patrimonio, podemos sintetizarlas en tres apartados:

  1. Dado el carácter multidisciplinar del patrimonio, muchas veces la didáctica se aborda desde una sola disciplina, con lo que supone atender al estudio de ésta y no tanto al carácter patrimonial de los elementos seleccionados (Fontal, 2003).
  2. Se viene utilizando el patrimonio como recurso didáctico, incidiendo únicamente en mostrar o conocer algunos elementos patrimoniales y no tanto en su valoración, disfrute o cuidado (Cambil y Romero Sánchez, 2017).
  3. Estos temas de carácter patrimonial terminan por eliminarse o impartirse de manera puntual e irregular en proyectos de corta duración debido a la cantidad de conceptos que se tienen que enseñar en las aulas y la falta de tiempo para ello (Rico Cano y Ávila Ruiz, 2003).

 

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4. Nuestra propuesta educativa

Teniendo presente qué engloba el concepto de patrimonio, las capacidades que queremos lograr con los niños, así como las dificultades de la didáctica del patrimonio, presentamos nuestra propuesta educativa, en la que queremos dar respuesta a estos aspectos.

El resultado es un posible modelo que, primero, tenga presente la mayor parte de los elementos patrimoniales que hemos visto; segundo, integre los objetivos de la educación patrimonial; y tercero, intente paliar las dificultades estudiadas, es decir, que se aborde desde las diferentes disciplinas, profundice en todos los aspectos del patrimonio y cuya duración sea la de un curso escolar.

Para lograrlo, en este modelo la enseñanza del patrimonio se articula a través de una jornada escolar tipo, concretamente, la establecida para una clase de 5 años del CEIP La Navata, ubicado en el municipio madrileño de Galapagar. Si bien es cierto que esta propuesta se ciñe a una realidad concreta, se pretende que este modelo sea susceptible de ser adaptado por otros docentes a otras realidades de aula y de centro. A continuación exponemos los contenidos y objetivos específicos de nuestra propuesta educativa. En cuanto a contenidos, trabajaremos:

  • El patrimonio cultural material: los monumentos y obras arquitectónicas, los restos arqueológicos, los conjuntos urbanos y naturales.
  • El patrimonio cultural inmaterial: danzas, juegos y literatura tradicional, actos festivos, trajes tradicionales.
  • El patrimonio natural: formaciones físicas y geológicas, espacios de conservación de flora y/o fauna amenazadas.
  • El patrimonio intercultural.

Y con respecto a los objetivos, queremos desarrollar las siguientes capacidades:

  • Conocer e identificar elementos patrimoniales de carácter cultural y natural, tanto propios como ajenos.
  • Disfrutar e interesarse por el conocimiento de nuevos elementos patrimoniales.
  • Adoptar actitudes de respeto y cuidado por el patrimonio intercultural.
  • Expresar valoraciones sobre el patrimonio.
  • Desarrollar un sentimiento de pertenencia a una cultura a través del patrimonio.
  • Habituarse al empleo de términos de carácter patrimonial.
  • Comprender la necesidad de transmitir el cuidado y disfrute del patrimonio para su conservación.

Como habíamos mencionado, esta propuesta educativa se articula a través de una jornada escolar en particular. Los momentos o situaciones que la componen son: la sesión de lógico-matemático, la sesión de lectoescritura, el rincón de plástica, la sesión de psicomotricidad, la sesión de música y la sesión de representación teatral. La duración de estas sesiones o rincones es de 45 minutos, sin embargo, la duración de las actividades que proponemos es variable.

Preguntar a los niños qué saben sobre el patrimonio o si conocen algún elemento patrimonial de los que se van a trabajar es un aspecto en común de todas las situaciones de la jornada, y se lleva a cabo al principio del curso. Igualmente, a medida que éste avanza, vamos recordando lo aprendido hasta el momento, comentando lo que más se ha disfrutado y tomando conciencia de la importancia del conocimiento y conservación del patrimonio.

Pasamos a continuación a describir las actividades que se realizan en cada momento de la jornada.

 

4.1. Sesión de lógico-matemático

En esta sesión trabajamos principalmente la simetría y el estilo arquitectónico románico y gótico. Primero mostramos imágenes de la iglesia de San Martín de Frómista y de la catedral de Burgos; ejemplos de estos dos estilos. Observamos con los alumnos que estas construcciones pertenecen a épocas pasadas, que el estilo ha variado, nos preguntamos por qué ha podido ocurrir, así como cuál es y era la funcionalidad de estos edificios, etcétera. También nombramos los elementos característicos que diferencian los dos estilos.

Tras esta introducción, damos a cada niño dos dibujos de las fachadas de cada iglesia para que las complete atendiendo a la simetría, pues en el papel sólo está visible una mitad. Cuando termine, cada niño elabora un listado con los principales elementos arquitectónicos de cada estilo, añadiendo el número correspondiente en el dibujo. Por ejemplo, en la iglesia románica tendrán que escribir 1. Muros gruesos, 2. Arco de medio punto, 3. Ventana pequeña; y en la catedral gótica, 1. Vidriera, 2. Arco apuntado, 3. Nervios.

 

4.2. Sesión de lectoescritura

En esta sesión se pretende que los niños trabajen la aproximación a la lengua escrita y los trajes regionales. Comenzamos mostrando unas imágenes y comentando qué trajes regionales aparecen en ellas, a qué país pertenecen, cuándo se utilizan y cómo se llaman sus principales elementos. Por ejemplo, podemos escoger el traje de charro y el traje de china poblana de México y el kimono de Japón mientras mostramos imágenes de festejos y de la ceremonia del té. Identificamos con los alumnos los principales elementos: el sombrero charro, la chaquetilla, la camisa, la corbata y el pantalón en colores oscuros y los botines del traje de charro (traje para el hombre mexicano); la camisa blanca, la falda con motivos geométricos o florales, la banda, los zapatos de raso y los abalorios del traje de china poblana (traje para la mujer mexicana); y la bata hasta los tobillos decorada con geometrías o flores, el cinturón y las sandalias del kimono japonés.

Haremos ahora un dictado del nombre del traje y sus principales elementos y, después, en grupos, los niños tienen que formar esas palabras utilizando unas letras recortadas, ayudándose de su dictado y de una imagen del traje. Los alumnos rotarían por tres mesas, donde en cada una hay una bandeja con las letras y la imagen del traje.

Por último, dejando el dictado guardado, cada niño escribe en la pizarra el elemento que más le haya llamado la atención y entre todos también vamos completando la lista de elementos de cada traje.

 

4.3. Rincón de plástica

La propuesta para este rincón es la construcción de la maqueta de una ciudad, de su entorno y sus habitantes. No reproduciremos ninguna ciudad existente, sino que inventamos nuestro propio conjunto urbano y natural.

Antes de construir, acordamos entre todos cómo va a ser el espacio y los habitantes, por ejemplo: la época, el tipo de viviendas y de locales, la arquitectura predominante, las obras artísticas de la ciudad y sus elementos patrimoniales, el entorno en el que se encuentra y los elementos patrimoniales de éste, los principales oficios de los habitantes, su vestimenta diaria y la que utilizan en sus celebraciones tradicionales, etcétera.

Empleamos materiales reciclados y diversas técnicas y soportes, como cartulinas, cajas de cartón, hueveras, masa para modelar, figuras en 2D recortables, témperas, acuarelas, sal teñida para recrear diferentes terrenos, retales de telas, papel arrugado, tapones de botellas, etcétera.

El proceso de construcción se realiza durante el rincón de plástica, por lo que siempre es posible añadir nuevos elementos. Además, la maqueta se deja en un lugar apartado del aula para poder jugar con las figuras y espacios creados.

 

4.4. Sesión de psicomotricidad

La sesión de psicomotricidad se divide en tres partes. Una primera, donde se realiza un calentamiento que a la vez motive al alumno para las siguientes actividades. En este caso, el calentamiento está basado en ejercicios del wushu, que es una práctica tradicional china con la que conseguir el desarrollo intelectual, físico y moral de la persona.

En la segunda parte, o parte principal de la sesión de psicomotricidad, trabajamos la resistencia cardiorrespiratoria y la velocidad a través de dos actividades: el juego de Policías y ladrones, de origen colombiano, que es una variante del Pilla-pilla, y el juego de Señor Lobo, ¿qué hora es?, un juego popular australiano parecido al Escondite inglés.

En la tercera y última parte de la sesión empezamos cantando, en corro, Que lo baile, canción conocida de la cultura española, mientras vamos señalando a los niños para que salgan a bailar. Después, realizamos unos ejercicios respiratorios y, posteriormente, un masaje en parejas. Con estas tres actividades pretendemos que el niño vuelva a la calma. Para finalizar la sesión de psicomotricidad, nos reunimos para realizar una puesta en común en la que comentamos estos juegos tradicionales, interiorizando así los contenidos.

 

4.5. Sesión de música

La sesión de música comprende varias partes. Comenzamos con una actividad que trabajan la expresión rítmica. Primero marcamos el ritmo a través del propio cuerpo con palmadas con las manos, en los muslos o dando chasquidos. Empezamos con un ritmo sencillo y, después de algunas repeticiones, éste se complica al introducir gestos y variar la velocidad e intensidad.

Para la segunda actividad dividimos la clase en dos grupos y repartimos a cada integrante o bien una maraca o bien un triángulo. Los niños estarán sentados a un lado u otro del maestro dependiendo del instrumento que tengan. Primero explicamos que vamos a tocar una canción popular, es decir, que conocen y han disfrutado nuestros padres, abuelos y demás antepasados. Después, ponemos la canción Debajo un botón y cada grupo deberá hacer sonar su instrumento de la siguiente manera: en el momento en que la canción diga «ton, ton, ton», sonarán tres golpes de maracas; y cuando diga «tin, tin, tin», tres golpes de triángulo. El maestro señala al grupo que le corresponde tocar a la vez que suena la canción. Para finalizar, los dos grupos intercambian los instrumentos y vuelven a tocar la canción.

La tercera actividad dura varias sesiones. En esta parte, los niños aprenden una canción o danza popular. Nuevamente, remarcamos que la pieza elegida forma parte de nuestro folclore popular desde hace muchos años, lo que nos da pie a hablar sobre su disfrute y nuestro compromiso de transmitirla. Podemos elegir cantar un romance, aprender una danza tradicional o crear gestos para acompañar una canción popular. Por ejemplo, cantamos una parte de El conde Olinos o La doncella guerrera y aprovechamos para dedicar unos minutos a contar el modo en que los juglares transmitían estas canciones, cómo fue cambiando la temática, por qué había que transmitir cantando y no existía un repertorio escrito, por qué lo que escuchamos y aprendemos es una versión y no estamos seguros de cómo sonaba el original, etcétera. O bien, hablamos de la cultura de la Comunidad de Madrid y aprendemos algunos pasos para bailar una seguidilla. O también, podemos crear gestos y una pequeña coreografía para canciones populares como la de Estaba el señor don Gato, mientras a la vez cantamos expresando distintos sentimientos (por ejemplo, pena cuando el gato muere y alegría cuando revive o se va a casar).

En la última parte de la sesión llevamos a cabo un cuento popular musicalizado. Por ejemplo, en Ricitos de oro, asignamos un instrumento a cada personaje (Ricitos de oro, cascabeles; Oso mayor, claves; Oso mediano, maracas; y Osito pequeño, triángulos). Dividimos la clase en cuatro grupos (uno por cada personaje) y repartimos un instrumento a cada niño, según al grupo que pertenezca. Mientras el maestro va narrando la historia, indica al grupo que haga sonar el instrumento cuando su personaje entre en escena o se disponga a hablar. Al acabar la sesión de música, recordamos con los niños las canciones populares que hasta ahora hemos aprendido (no sólo en las sesiones de música), comentando con cada niño qué canción disfruta más y recordando la importancia de aprender a cuidarlas y transmitirlas.

 

4.6. Sesión de representación teatral

Comenzamos anunciando a los niños que vamos a contar un cuento tradicional. Durante las primeras sesiones, les preguntaremos qué es un cuento tradicional y si saben cómo y por qué se tienen que transmitir oralmente. Incidiremos en la antigüedad de este tipo de cuentos y lo importante que supone que se siga transmitiendo para no perderlos.

A continuación, pasaremos a narrar el cuento tradicional. Los primeros que se narren y/o sean muy extensos se acompañarán de unas figuras de papel que representen a los personajes principales. Después de escuchar el cuento, los niños lo representan con ayuda del maestro. Repartidos los personajes, el maestro narra mientras recuerda los diálogos a los niños, quienes van entrando en escena y actuando conforme suceda la historia. Varios niños pueden hacer del mismo personaje y, los días en que el cuento sea corto o haya pocos personajes, podrán tener la cara pintada para identificar quiénes son. La narración y representación de un cuento durará una sesión, si bien la propuesta será libre de emplear tantas sesiones como se desee. Los cuentos tradicionales pueden obtenerse de Cuentos al amor de la lumbre de Antonio Rodríguez Almodóvar, y para su escucha los niños estarán dispuestos formando un corro alrededor del maestro.

 

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5. Reflexión personal

Llaman la atención las dificultades y contradicciones en torno al ámbito del patrimonio; cuestiones que han ido acrecentándose a lo largo del tiempo y hacen que resulte difícil acercarse a este concepto. Esta problemática termina por trasladarse al ámbito educativo, donde observamos que el patrimonio es integrado en la programación con un temario reducido, limitado en el tiempo y no articulado al resto de asignaturas.

En este punto, y como estrategia de la propuesta educativa, creo que ha sido acertado abordar la situación diseñando una jornada escolar tipo, en la que la didáctica del patrimonio esté presente de manera transversal englobando al resto de disciplinas durante todo un curso escolar. También hemos comprobado que resulta factible abarcar todas las áreas específicas del aprendizaje del niño a través del patrimonio. Y ha sido posible dar la misma prioridad a los contenidos de la educación patrimonial que a los pertenecientes a las demás disciplinas específicas.

Finalmente, he de mencionar que me siento satisfecha de haber realizado un trabajo que considero innovador, especialmente por esa apuesta por la transversalidad en la enseñanza-aprendizaje del patrimonio. A mi entender, es una metodología que se aleja de lo habitual y puede traer puntos de vista renovados a un ámbito que podría beneficiarse mucho de ellos. La considero una propuesta con valor y creo que tiene mucho recorrido.

 

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6. Referencias bibliográficas

  • BALLART, Josep y JUAN I TRESSERRAS, Jordi (2001). Gestión del patrimonio cultural. Barcelona: Ariel.
  • CAMBIL, María de la Encarnación y FERNÁNDEZ PARADAS, Antonio Rafael (2017). «El concepto actual de Patrimonio Cultural y su valor educativo: fundamentación teórica y aplicación didáctica». En CAMBIL, María de la Encarnación y TUDELA, Antonio (coords.): Educación y patrimonio cultural. Fundamentos, contextos y estrategias didácticas (pp. 27-46). Madrid: Pirámide.
  • CAMBIL, María de la Encarnación y ROMERO SÁNCHEZ, Guadalupe (2017). «Metodología por proyectos: un modelo innovador para la enseñanza y el aprendizaje del Patrimonio Cultural». En CAMBIL, María de la Encarnación y TUDELA, Antonio (coords.): Educación y patrimonio cultural. Fundamentos, contextos y estrategias didácticas (pp. 61-80). Madrid: Pirámide.
  • Constitución Española (1978). En Boletín Oficial del Estado No. 311. Jefatura del Estado. [Consultada 25 de abril de 2022].
  • FONTAL, Olaila (2003). La educación patrimonial. Teoría y práctica en el aula, el museo e Internet. Gijón: Trea.
  • HERNÁNDEZ CARDONA, Francesc Xavier (2003). «El patrimonio como recurso en la enseñanza de las Ciencias Sociales». En BALLESTEROS, Ernesto; FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, Cristina; MOLINA RUIZ, José Antonio y MORENO, Pilar (coords.): El patrimonio y la didáctica de las Ciencias Sociales (pp. 455-466). Cuenca: Asociación Universitaria de Profesores de Didáctica de las Ciencias Sociales.
  • Ley del Patrimonio Histórico Español (1985). En Boletín Oficial del Estado No. 155. Jefatura del Estado. [Consultada 25 de abril de 2022].
  • RICO CANO, Lidia y ÁVILA RUIZ, Rosa María (2003). «Difusión del patrimonio y educación. El papel de los materiales curriculares. Un análisis crítico». En BALLESTEROS, Ernesto; FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, Cristina; MOLINA RUIZ, José Antonio y MORENO, Pilar (coords.): El patrimonio y la didáctica de las Ciencias Sociales (pp. 31-39). Cuenca: Asociación Universitaria de Profesores de Didáctica de las Ciencias Sociales.
  • UNESCO (1972). Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, [en línea]. [Consultada 25 de abril de 2022].
  • UNESCO (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, [en línea]. Consultada 25 de abril de 2022].

 

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7. Créditos del artículo, versión y licencia

VILAR LÓPEZ, Julia (2022). «La educación patrimonial a lo largo de una jornada escolar en la etapa infantil». Letra 15. Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid. Año IX. Nº 12. ISSN 2341-1643
[URI: http://www.letra15.es/L15-12/L15-12-21-Nuevas.voces-Julia.Vilar.Lopez-La.educacion.patrimonial.a.lo.largo.de.una.jornada.escolar.en.la.etapa.infantil.html]

Recibido: 12 de mayo de 2022.

Aceptado: 16 de mayo de 2022.

 

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