Sección ENCUENTROS
Entrevista de
Silvia Eva Agosto Riera
La entrevistadora es profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES «Francisco Giner de los Ríos» de Alcobendas (Madrid) y del Máster Universitario en Formación del Profesorado de la Universidad Complutense de Madrid.
seagosto@ucm.es
José Ángel Mañas (1971), autor del clásico Historias del Kronen y de más de treinta libros de todos los géneros, conversó con Letra 15 a raíz de su participación en la iniciativa «Diálogos literarios», realizada en colaboración con el Máster de Formación del Profesorado de la Universidad Complutense de Madrid.
En esta entrevista realiza una reflexión sobre su actividad literaria, la formación de los lectores en Secundaria y opina sobre la pertinencia de hablar de una «generación Kronen» para identificar a un grupo de escritores veinteañeros que impactaron en el mercado editorial de los noventa.
Visita del escritor José Ángel Mañas a la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid dentro del programa Máster de Formación del Profesorado, con el apoyo de la Asociación de Pofesores de Español «Francisco de Quevedo». Corresponde al XI Encuentro literario, celebrado en la Sala de Conferencias el miércoles 9 de febrero de 2022 y cuyo vídeo es accesible en línea en el canal de la Facultad.
─En el caso de los géneros novelescos, supongo que soy yo quien escoge. Me considero un novelista aventurero, estoy ávido de experiencia y cada género me obliga a escribir escenas diferentes. Por poner un ejemplo, estoy ahora trabajando en una novela sobre la Castilla del siglo X. Bien, pues ahí ─igual que en ¡Pelayo!, por supuesto─ habrá escenas de batalla con espadas y arcos, que es algo que nunca podría hacer en una novela policiaca ambientada en la actualidad como En el descuento. Es una manera de ampliar mis posibilidades como novelista. A partir de un momento ─ya llevo como treinta novelas, entre las mías y las a cuatro manos─ lo que uno busca son nuevos retos, proyectos que te obliguen a seguir creciendo. La misma reflexión la podría hacer, como escritor, cuando paso de la novela al ensayo o la poesía. Me gusta crecer como autor. Cambiar de registro, además, te obliga a salir de tu zona de confort. Eso siempre es interesante.
─Hace tiempo que ya dejaron de influirme. En un principio, autores como Delibes, Aldecoa o Baroja, por una parte; y dentro de los americanos, Hemingway o Carver. Más tarde, Céline. A partir de los treinta años, yo creo que ninguno.
─Las que más redondas creo que han quedado son Ciudad rayada, Conquistadores de lo imposible, Una vida de bar en bar y, pese a las erratas, La última juerga. La peor, por pedante, Caso Karen.
─Nunca he tenido mucha relación ─de hecho, no tengo ninguna─ ni con Ray Loriga ni con Lucía Echevarría, con los que suele asociárseme. Mi única aportación al grupo de escritores que menciona Mancha en su documental es que el éxito de Historias del Kronen abrió las puertas del mundo editorial, durante los años noventa, a una serie de autores. Eso es todo. De ahí, según Mancha, que sea pertinente hablar de Generación Kronen. La etiqueta, no obstante, la pone él, se pone desde fuera, no es cosa mía.
─La que tuvo un calado social parecido, salvando las distancias del contenido, fue seguramente Patria. Patria es un reflejo literario de la sociedad que ha sido devorado y comentado por esa misma sociedad. Con Kronen pasó lo mismo en los años noventa, insisto que salvando las distancias temáticas que pueda haber. Patria habla sobre nacionalismo y Kronen sobre la juventud. Son muy diferentes, claro. Pero la manera en la que han afectado a la sociedad ha sido similar. Panza de burro o Feria tienen también características parecidas a las que tuvo Kronen en los noventa. Me gusta mucho Panza de burro, de hecho.
─Es otra cosa. La adaptación cinematográfica es, eso, una adaptación. El autor es otro y es lógico que adapte el material adaptado a sus necesidades expresivas. Con Kronen no me quejo tanto de la libertad de la adaptación «me parece normal que haya modificaciones» como de una serie de traiciones al espíritu de la novela. Digamos que, en una adaptación, conviene que haya una sintonía de sensibilidad entre el autor de la novela y el autor de la película que aquí no hubo.
─En una novela sobre Fernán González que saldrá en septiembre.
─SYo siempre he pensado que lo que debe leerse en los institutos son textos clásicos. El que es lector ya tendrá ocasión de leer libros de actualidad. En cambio, a los clásicos, si no los lee con vosotros no los leerá nunca. Y sería una pena.
─Las grandes obras de la literatura universal de todos los tiempos. Dentro de la literatura en castellano, las Coplas a la muerte de su padre de Manrique, El Quijote, Celestina, Lazarillo, La regenta, Fortunata y Jacinta, poetas como Machado o Juan Ramón, por citar solo a unos cuantos. De lo demás, obras como Guerra y paz, Crimen y castigo, Madame Bovary, La isla del tesoro, El viejo y el mar... Suma y sigue. Los clásicos son clásicos porque al cabo de mucho tiempo han sido validados por las diferentes generaciones como lo mejor en su género.
─Supongo que sí. A mí me gusta. Me parece que es positivo. Por lo menos, les permite escuchar a alguien que ha vivido dentro de la literatura siempre.
─Que se prepare para una larga y ardua lucha..
Diálogos literarios es una iniciativa que promueve desde hace once cursos la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» junto con la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El objetivo de estos encuentros es acercar a los socios y a los futuros docentes a ciertos escritores cuyas obras motivan a los alumnos a la lectura.
Hasta el momento se han realizado los siguientes diálogos situados en los últimos cursos: